¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te ira mejor.
Cuando te entregues a mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma:
¡Jesús. Yo confío en Ti! Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después.
No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser DIOS y actuar con libertad. Entrégate confiadamente a mí.
Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente ¡Jesús. Yo confío en Ti! Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera.
Cuando me dices, ¡Jesús. Yo confío en Ti! no seas como el paciente que le dice al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar con mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a hora:
¡Jesús. Yo confío en Ti! Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso:
Agitarte, angustiarte y quitarte la paz. Confía sólo en mí. Reposa en mí. Entrégate a mí. Yo hago los milagros en la proporción de la entrega y confianza que tienes en mí. Así que no te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme tranquilo. Dime siempre: ¡Jesús. Yo confío en Ti! Y verás grandes milagros. Te lo prometo por mi amor.
24 – 11 – 2011
Por mis venas corre la vida
la pasión encontrada y perdida
la duda deseada
la escaramuza no sabida.
Cuanta lucha sin saberlo
sin sentido
sin creerlo.
Cuanta paz disfrutada
aun en la guerra perdida
¿ Porque la paz ,porque la guerra? ! si no deja mas que desdicha, por cerca o lejos que sea ¡
La luz sale, ilumina, se va igual que la vida
llego y se fue, sin decir a Adiós gracias
sin sonrisas
sin lágrimas felices por la partida
sin platos rotos por la sorpresa que llega sin espera
pues nunca se quiere
nunca se ama
nunca se muere por ella.
Que gracia tampoco compartida
cuando no se entiende desde esta vida
que no es vida
sino la muerte de un sueño
que nunca compartido y siempre buscado.
Cuánta razón tiene.
Cuando la luz nos envuelve
nos ciega y perdemos el camino
dejamos todo sin sentido.
Pues, solo debe iluminar y no cegar nuestro destino .
Sin mirar ando
sin pisar corro
sin creer quiero hallar lo que no amo.
Pues, como agua pasada
que no moverá mas el molino
así se va nuestra alma en busca de otra vida
que no conocemos y siempre estuvo conmigo.
Cuanta piedra rodada
cuanta sin sentido
para no sacar harina
pues no había trigo
ni molinero que cuidara del molino.
Elias.